Mi suegra es una persona mayor. Obviamente, adora a su nieta, pero es de las que dice “esos niños” (como si fueran una especie aparte). La cosa es que, cuando la oigo, pienso en la mentalidad que deben haber tenido hace unos treinta años atrás (la verdad es que eso es optimismo, porque creo que esa mentalidad está bastante presente, pero ya tiene muchas grietas, gracias a Dios).
Sin embargo, traje a colación a mi suegra, porque uno de estos días estábamos hablando de los niños con SD y con padres de pocos recursos. De las posibilidades menores que podían tener por ello y esto nos llevó al tema de las diferencias actuales en aceptación, estimlación, etc., con las de hace unos veinte o treinta años.
La verdad es que no podemos escudarnos en la falta de recursos para explicar por qué algunas personas con SD logran tener un mayor nivel de desarrollo que otras. O, en líneas generales, no se puede usar como excusa la falta de recursos (sea dinero o, en el caso de la época, de los adelantos de los que se disponía), para explicar el que personas con alguna discapacidad mental o física obtienen logros que otros no. Y, todavía más allá, que todas las personas tengan diferentes niveles de éxito.
Y es que el mayor recurso o, más bien, el UNICO recurso de los hijos (cualquier hijo) son sus padres. Yo conozco:
-Una señora que trabaja planchando ropa y que tiene una hija estudiando un post-grado en Europa, versus
-Una señora que trabaja planchando ropa y que sacó ya a su hija mayor (tiene 14 años) de la Escuela.
-A personas que aceptan a su hijo como es, porque es la voluntad de Dios, versus
-A personas tan humildes que les sientes el olor a leña en las ropas, pero que están en Funter, llevando a sus hijos a Terapia y oyendo las indicaciones de los doctores y terapistas para lograr el mejor desarrollo de sus hijos.
-A limosneros de los semáforos con letreros de ser sordo-mudos, versus
-A un señor que vive solo y es sordo desde los ocho años. Ya tiene como sesenta, pero trabaja como electricista (y tiene su título), de lo cual se mantiene.
-Unos señores con una hija con SD, de veititantos años a la que llevan a pasar el día en una Escuela y luego a la casa, versus
-A los papás de Lupita, también de veintitantos años, que sacó su bachillerato, estudió computación y tiene su trabajo, donde ya incluso fue ascendida y se ha convertido en un ejemplo, pero cuyo padre le dice que no se quede siendo un ejemplo, porque ahora es que falta.
No es bueno generalizar, ni juzgar, porque no conocemos las circunstancias de cada quien, pero...¿Quién ha hecho la Diferencia? ¡Hay que sacudirse las circunstancias y dotar a nuestros hijos de todas las armas que podamos darles!
Sin embargo, traje a colación a mi suegra, porque uno de estos días estábamos hablando de los niños con SD y con padres de pocos recursos. De las posibilidades menores que podían tener por ello y esto nos llevó al tema de las diferencias actuales en aceptación, estimlación, etc., con las de hace unos veinte o treinta años.
La verdad es que no podemos escudarnos en la falta de recursos para explicar por qué algunas personas con SD logran tener un mayor nivel de desarrollo que otras. O, en líneas generales, no se puede usar como excusa la falta de recursos (sea dinero o, en el caso de la época, de los adelantos de los que se disponía), para explicar el que personas con alguna discapacidad mental o física obtienen logros que otros no. Y, todavía más allá, que todas las personas tengan diferentes niveles de éxito.
Y es que el mayor recurso o, más bien, el UNICO recurso de los hijos (cualquier hijo) son sus padres. Yo conozco:
-Una señora que trabaja planchando ropa y que tiene una hija estudiando un post-grado en Europa, versus
-Una señora que trabaja planchando ropa y que sacó ya a su hija mayor (tiene 14 años) de la Escuela.
-A personas que aceptan a su hijo como es, porque es la voluntad de Dios, versus
-A personas tan humildes que les sientes el olor a leña en las ropas, pero que están en Funter, llevando a sus hijos a Terapia y oyendo las indicaciones de los doctores y terapistas para lograr el mejor desarrollo de sus hijos.
-A limosneros de los semáforos con letreros de ser sordo-mudos, versus
-A un señor que vive solo y es sordo desde los ocho años. Ya tiene como sesenta, pero trabaja como electricista (y tiene su título), de lo cual se mantiene.
-Unos señores con una hija con SD, de veititantos años a la que llevan a pasar el día en una Escuela y luego a la casa, versus
-A los papás de Lupita, también de veintitantos años, que sacó su bachillerato, estudió computación y tiene su trabajo, donde ya incluso fue ascendida y se ha convertido en un ejemplo, pero cuyo padre le dice que no se quede siendo un ejemplo, porque ahora es que falta.
No es bueno generalizar, ni juzgar, porque no conocemos las circunstancias de cada quien, pero...¿Quién ha hecho la Diferencia? ¡Hay que sacudirse las circunstancias y dotar a nuestros hijos de todas las armas que podamos darles!
Escrito por Hester.
1 comment:
Hester, la felicito muchisimo por todo lo que escribe, se siente el amor en sus palabras y estoy de acuerdo con todo! Nuestros hijos ya sean con SD o no necesitan padres que los impulsen, que hagan la diferencia en ellos, los padres pueden hacer un hijo positivo o negativo, util o inutil, activo o o pasivo, visionario o mediocre...asi que somos nosotros los que tenemos que aprender, sin creernos buenos o malos padres sino que mejorando siempre para ver hijos luchadores!!! Espero algun dia conocerla a ud y a su linda familia pues con solo "leerla" ya siento que le tengo cariño, respeto y adimiracion! HACIA ADELANTE SIEMPRE....
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