Un día de estos acompañé a mi esposo al Otorrino y, como también anunciaba en el rótulo de la clínica que ofrecía Terapias Alternativas, le comenté al doctor sobre el diagnóstico de Mariana, de Hipertensión Pulmonar. La verdad es que yo no me cierro a nada y me parecía lógico oír la alternativa de la medicina alternativa, valga la redundancia…Bueno, la cosa es que el doctor me fue franco, en que, como medicina natural, para la HP no tenía ninguna “cura” pues eso era algo anatómico, pero si podía recetarle algo para que le trabajara mejor lo que ya tenía.
La cosa es que después me dijo que, en cambio, para el Síndrome de Down sí estaba aplicando un tratamiento que consiste en inyectarle al niño una preparación con base en un polvito traído de Alemania y un líquido especial que él posee aquí, que constituyen células de cierto tipo. Se le inyecta al pequeño (mientras más pronto comience mejor, según me dijo) y esto le produce un bultito que tarda algún tiempo en desaparecer…La rapidez con que lo haga, dependerá del tiempo que le tome al organismo del niño aceptar o absorber las nuevas células. El tratamiento se aplica cada seis meses, más o menos y durante dos años. Depende de la evaluación del paciente. Me dijo que, aunque aún no existían estadísticas que lo respaldaran, me podía asegurar que los niños que habían recibido este tratamiento se desarrollaban mejor que los que no lo habían recibido…
Bueno, mi deber es comentárselos aquí…pero mi derecho es acompañarlo ahora con mi opinión: ¿qué le pasa a este doctor? O sea, le estoy hablando de una condición realmente seria, que es la Hipertensión Pulmonar, y me la toma como a vuelo de pájaro, sólo para enfrascarse en el… ¿¡Síndrome de Down!? ¡Dios mío! A veces me cuesta reconocer que yo era así: pensando en el Síndrome de Down como en una enfermedad.
Me estoy desviando de la cuestión: la verdad es que no creo en ese tratamiento y, sólo de pensar en que sometan a algún niño a esas inyecciones y esos “bultitos”, me da dolor. Es decir, ¿cuál es la base? ¿están sustituyendo células con 47 cromosomas por células inyectadas con 46 cromosomas? ¿células específicamente ubicadas en zonas del cuerpo? ¿o con dos años de inyecciones sustituyen todas las células del cuerpo? Bueno, la verdad es que me quedé algo estupefacta con la retórica del doctor, sobretodo porque se concentró en el SD, que le mencioné de pasada, y no en lo que realmente me importa: la HP, y ya no le pregunté estas cuestiones ni le aclaré, como debí hacerlo, que para mí, el SD es una CONDICION, no una enfermedad…Que, tal y como dice Pablo Pineda en una entrevista publicada en Internet, la definición de Síndrome es UN CONJUNTO DE CARACTERISTICAS…
Sí, mi hija tiene los ojitos chinos y se va a tardar más en caminar…Pero eso no la aparta de la gente “normal”, sino que la hace más “normal”, porque, como cualquier niño, va a trabajar junto a su familia para conseguir aquello que la haga realizarse como persona, sin inyecciones mágicas ni atajos…Y va a tenernos a nosotros para apoyarla en los momentos tristes en que se encuentre con prejuicios tontos por verse diferente y va a apoyarnos a nosotros en los momentos desdichados en que nos falte la paciencia para entender a los tontos prejuiciados…En fin, de todas formas, cada familia es un mundo y puede ser que alguien decida ahondar en la investigación sobre este procedimiento “alternativo”…Pero yo sigo sin estar de acuerdo. Creo que ni mi hija, ni ningún niño amado por su familia, necesita inyecciones para ”desarrollarse mejor”…Es que todavía me quedo loca, es decir, ¿qué hacen estas células? ¿Estimulan por arte de magia la motricidad gruesa? ¿Elevan el tono muscular?...Uy, voy a tener que volver donde el hombre, porque se me atragantan las preguntas…¡Inyecciones de células…pero qué idea tan…bueno, tan imaginativa!
La cosa es que después me dijo que, en cambio, para el Síndrome de Down sí estaba aplicando un tratamiento que consiste en inyectarle al niño una preparación con base en un polvito traído de Alemania y un líquido especial que él posee aquí, que constituyen células de cierto tipo. Se le inyecta al pequeño (mientras más pronto comience mejor, según me dijo) y esto le produce un bultito que tarda algún tiempo en desaparecer…La rapidez con que lo haga, dependerá del tiempo que le tome al organismo del niño aceptar o absorber las nuevas células. El tratamiento se aplica cada seis meses, más o menos y durante dos años. Depende de la evaluación del paciente. Me dijo que, aunque aún no existían estadísticas que lo respaldaran, me podía asegurar que los niños que habían recibido este tratamiento se desarrollaban mejor que los que no lo habían recibido…
Bueno, mi deber es comentárselos aquí…pero mi derecho es acompañarlo ahora con mi opinión: ¿qué le pasa a este doctor? O sea, le estoy hablando de una condición realmente seria, que es la Hipertensión Pulmonar, y me la toma como a vuelo de pájaro, sólo para enfrascarse en el… ¿¡Síndrome de Down!? ¡Dios mío! A veces me cuesta reconocer que yo era así: pensando en el Síndrome de Down como en una enfermedad.
Me estoy desviando de la cuestión: la verdad es que no creo en ese tratamiento y, sólo de pensar en que sometan a algún niño a esas inyecciones y esos “bultitos”, me da dolor. Es decir, ¿cuál es la base? ¿están sustituyendo células con 47 cromosomas por células inyectadas con 46 cromosomas? ¿células específicamente ubicadas en zonas del cuerpo? ¿o con dos años de inyecciones sustituyen todas las células del cuerpo? Bueno, la verdad es que me quedé algo estupefacta con la retórica del doctor, sobretodo porque se concentró en el SD, que le mencioné de pasada, y no en lo que realmente me importa: la HP, y ya no le pregunté estas cuestiones ni le aclaré, como debí hacerlo, que para mí, el SD es una CONDICION, no una enfermedad…Que, tal y como dice Pablo Pineda en una entrevista publicada en Internet, la definición de Síndrome es UN CONJUNTO DE CARACTERISTICAS…
Sí, mi hija tiene los ojitos chinos y se va a tardar más en caminar…Pero eso no la aparta de la gente “normal”, sino que la hace más “normal”, porque, como cualquier niño, va a trabajar junto a su familia para conseguir aquello que la haga realizarse como persona, sin inyecciones mágicas ni atajos…Y va a tenernos a nosotros para apoyarla en los momentos tristes en que se encuentre con prejuicios tontos por verse diferente y va a apoyarnos a nosotros en los momentos desdichados en que nos falte la paciencia para entender a los tontos prejuiciados…En fin, de todas formas, cada familia es un mundo y puede ser que alguien decida ahondar en la investigación sobre este procedimiento “alternativo”…Pero yo sigo sin estar de acuerdo. Creo que ni mi hija, ni ningún niño amado por su familia, necesita inyecciones para ”desarrollarse mejor”…Es que todavía me quedo loca, es decir, ¿qué hacen estas células? ¿Estimulan por arte de magia la motricidad gruesa? ¿Elevan el tono muscular?...Uy, voy a tener que volver donde el hombre, porque se me atragantan las preguntas…¡Inyecciones de células…pero qué idea tan…bueno, tan imaginativa!
Escrito por Hester.
1 comment:
La verdad que seria fabuloso si se lograra encontrar algun tratamiento que mejorara la condicion de nuestros pequeños, no para cambiarlos, sino para hacerlos mas fuertes en ciertas deficiencias, pero no a costa de experimentos realizados por medicos fanfarrones, ojala no este juzgando mal a ese doctor, pero hasta donde se no hay nada cientificamente comprobado.
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